Culminamos el 2020 con la tercera venta pro fondo del Súper Solidario Coop (SSC), evento que contó con la participación de más de 50 personas y con nuevos productos locales entre la oferta de alimentos.
La iniciativa surge a raíz de la necesidad de hacer los alimentos más accesibles en tiempos en que las ayudas sociales escasean a la vez que las grandes compañías que controlan la distribución de alimentos deciden aumentar los precios a los consumidores.
Para lograr la meta de hacer los alimentos accesibles, el grupo gestor de la cooperativa asumió la tarea de contactar directamente a agricultores y agricultoras locales con el fin de sacar a los intermediarios de la ecuación. Los intermediarios, mayoristas y minoristas, son quienes en la cadena de suministro de alimentos se ubican entre los productores y consumidores e imponen el precio final.
Estos agentes intermediarios le pueden costar al consumidor entre un 18% a 30% sobre el precio al que el agricultor o la agricultora vende el producto. En cambio, el margen de ganancia aprobado por el colectivo para el SSC es solo de 10%.
La relación directa con agricultores y agricultoras locales requirió un gran esfuerzo investigativo pues, actualmente, no existe un organismo que reúna a esa fuerza productiva y haga accesible su oferta.
Una vez hicimos contacto, trazamos una ruta para recoger los alimentos. La distancia de acarreo más larga fue la de las piñas, viajando de Manatí a Caguas unas 75.3 millas, lo cual es poco comparado con las 10,627 millas que viajan los alimentos que se importan a Puerto Rico desde China.
Como es de conocimiento, las largas distancias que viajan los alimentos importados son un problema porque dejan una gran huella ecológica por las emisiones de dióxido de carbono y porque los alimentos deprecian durante el largo tiempo que pasan en contenedores.
Para esta tercera venta de 25 productos agrícolas que formaron parte de la oferta de alimentos 12 fueron productos locales, lo que significó un 48% del total de productos agrícolas comprados.
De esos 12 productos locales, se logró que 9 llegaran a nuestras góndolas directo de las fincas de agricultores y agricultoras del patio. Esto nos permitió mantener los precios de algunos alimentos considerablemente más barato que el precio de supermercados.
Por ejemplo, el precio promedio de la piña en los supermercados es de $0.86 mientras que nosotros la mantuvimos a $0.50. La calabaza, por su parte, cuesta promedio $0.52 en supermercados y en el SSC la mantuvimos a $0.32. Otros de los productos locales que tuvimos accesibles fueron papaya, aguacate, cilantrillo, ñame florido, plátano y berenjena.
A pesar de que hemos avanzado en la misión de hacer los alimentos más accesibles, para el 2021 tenemos el reto de continuar aumentando la cantidad de productos que compramos directamente a agricultores y agricultoras locales. De esta forma apoyamos la economía local mientras abaratamos costos, reducimos el impacto en el medio ambiente y comemos un poco más saludable.
Todavía nos queda profundizar en la dimensión ecológica y salubre de lo que consumimos pues no solo debemos incorporar alimentos locales, sino también que sean producidos responsables con prácticas agroecológicas.
Claro está, siempre tenemos presente la posibilidad de que nosotros y nosotras mismas logremos producir con prácticas agroecológicas la mayor cantidad de alimentos para las góndolas de la cooperativa. Finalmente, el reto mayor será conseguir transformar los hábitos de alimentación y de consumo de los y las participantes para que se adapten a las temporadas del clima caribeño.
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